Un poco de historia
Como su nombre indica, antes de que se convirtiera en el inseparable acompañante de John Bull, fue un perro de toros destinado, según una tradición muy antigua cuyo primer objetivo era mejorar la calidad de la carne, a hacer correr a las reses antes de llevarlas al matadero porque los tratantes se habían dado cuenta de que así se conseguía que la carne fuera más tierna y sabrosa.
Por este motivo los carniceros utilizaban mastines, perros muy valientes como para enfrentarse al furor de los toros; en Inglaterra se recurrió a los antepasados del mastiff para desempeñar ese papel. Durante la edad media los enfrentamientos entre toros y perros se convirtieron muy pronto en una diversión tan apasionante que acabaron siendo considerados como pruebas deportivas —bull baitings-.
Sin embargo por esa misma época el mastiff quedaría reservado para la nobleza y por consiguiente, quienes no tuvieran el honor de pertenecer a las clases elevadas británicas no tenían más remedio, si querían organizar bull baitings, que utilizar perros de tamaño más pequeño aunque no menos combativos.
Ese es el origen del bulldog inglés. Si bien el parlamento británico terminó por prohibir el bull baiting en 1835, la crianza del bulldog inglés se fue abandonando poco a poco hasta que algunos criadores fundaron en 1864 el primer club con el seudónimo "Philo Kuon" (el amigo del perro), redactando un estándar.
Carácter y comportamiento
El Bulldog Inglés es bastante cabezota, juguetón, vital y sensible. Siempre está atento a lo que sucede a su alrededor y con los extraños se puede mostrar vigilante pero no agresivo. Aunque sorprenda, es un animal que no soporta la brutalidad y que necesita el cariño de sus dueños. Es un perro adecuado para los niños, ya que sabe dosificar su fuerza y es muy paciente. Tiene un carácter bueno, amistoso, dócil y atento.
Tamaño
alrededor de 25 kg
Salud
El Bulldog Inglés padece muchas anomalías hereditarias y congénitas, entre ellas el paladar partido en los cachorros, la displasia de cadera, cojera de las patas anteriores, entropión y ectropión, dermatitis, estenosis de las fosas nasales (causando obstrucción) y alargamiento del paladar blando.
Es recomendable que el Bulldog Inglés haga algún tipo de ejercicio para que desarrolle sus músculos y aumente su capacidad respiratoria, aunque no tolera un ejercicio excesivo. Es recomendable evitar exponerlo al calor, ya que soporta muy mal las altas temperaturas.
A pesar de ser un perro robusto, el Bulldog necesita mucho cuidado y acicalamiento, sus ojos y arrugas deben limpiarse a diario.
Cuidados de peluquería
El manto del bulldog es de textura fina, corto, apurado y liso (no crespado).
El bulldog presenta varios colores: tiznado (con el cuerpo de un solo color y el hocico negro), leonado, rojizo en distintos matices, beis y color gamo.
Con una manopla y un cepillo de cerdas naturales resulta una raza fácil de cuidar, también necesitaremos un peine de dientes finos para cepillarle.
Que no os engañe su aspecto, el bulldog es un perro cariñoso y encantador.
- Cepillar con una manopla y/o un cepillo de cerdas naturales.
- Bañar con un champú rico en proteínas, prestando atención especial al lavado y secado de los pliegues faciales, las patas y el cuerpo.
- Aclarar muy bien.
- Comprobar si las patas tienen alguna herida.
- Utilizar una manopla dentro de la bañera para ayudar a eliminar el pelo muerto durante el baño.
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