Publicado por Peluqueria Canina Laura
La piel es el órgano más grande del cuerpo, y actúa como una verdadera barrera física, química, térmica, mecánica y microbiológica que protege al organismo de nuestro perro. Reacciona al calor, al frío, al tacto, a la presión y al dolor y, junto con el pelaje, representa el 12 % del peso de un animal adulto.
La piel es el órgano más grande del cuerpo, y actúa como una verdadera barrera física, química, térmica, mecánica y microbiológica que protege al organismo de nuestro perro. Reacciona al calor, al frío, al tacto, a la presión y al dolor y, junto con el pelaje, representa el 12 % del peso de un animal adulto.
Como el gran órgano que constituye, sus células deben renovarse constantemente y su salud es el reflejo directo de la salud de nuestra mascota, como también lo es de la calidad de la nutrición que le aportamos. Por esta razón, es muy importante que atendamos cualquier anomalía que detectemos y la sometamos a la evaluación por parte del veterinario, lo cual es esencial para determinar un diagnóstico y establecer el tratamiento más adecuado.
A continuación, os describimos brevemente algunas de las causas que con frecuencia pueden afectar a la piel de nuestras mascotas:
Alergias alimentarias: Son reacciones alérgicas que pueden tener manifestaciones digestivas y/o cutáneas (picor, inflamaciones de la piel) que se generan como respuesta anormal frente a algún componente del alimento, normalmente proteínas.
Atopia: también denominada dermatitis atópica, es una reacción frente a alérgenos del entorno como pólenes, ácaros o mohos. Estudios recientes estiman que podría afectar al 10% de los perros, pero el diagnóstico, actualmente, sigue siendo difícil.
Pulgas: El motivo principal del picor es el contacto directo con estos parásitos que, al picar, segregan una saliva irritante. En el caso de los animales alérgicos a las picaduras, tan sólo unas cuantas bastarán para que respondan rascándose de forma frenética.
Estrés: Como hemos tratado en anteriores ediciones de Royal News, el estrés puede provocar rascados o lamidos excesivos en nuestra mascota, provocando irritaciones y calvicies.
Hay muchas más causas que pueden provocar síntomas cutáneos, por esto recalcamos la importancia de que sean correctamente diagnosticadas por un profesional veterinario.
A continuación, os describimos brevemente algunas de las causas que con frecuencia pueden afectar a la piel de nuestras mascotas:
Alergias alimentarias: Son reacciones alérgicas que pueden tener manifestaciones digestivas y/o cutáneas (picor, inflamaciones de la piel) que se generan como respuesta anormal frente a algún componente del alimento, normalmente proteínas.
Atopia: también denominada dermatitis atópica, es una reacción frente a alérgenos del entorno como pólenes, ácaros o mohos. Estudios recientes estiman que podría afectar al 10% de los perros, pero el diagnóstico, actualmente, sigue siendo difícil.
Pulgas: El motivo principal del picor es el contacto directo con estos parásitos que, al picar, segregan una saliva irritante. En el caso de los animales alérgicos a las picaduras, tan sólo unas cuantas bastarán para que respondan rascándose de forma frenética.
Estrés: Como hemos tratado en anteriores ediciones de Royal News, el estrés puede provocar rascados o lamidos excesivos en nuestra mascota, provocando irritaciones y calvicies.
Hay muchas más causas que pueden provocar síntomas cutáneos, por esto recalcamos la importancia de que sean correctamente diagnosticadas por un profesional veterinario.
Fuente: Royal Canin
No hay comentarios:
Publicar un comentario